lunes, 3 de agosto de 2009

Interludio 2º- Camboya, o el poder del dólar

Mi incursión en Camboya -4 dias en Sieam Reap- hasta el Angkor Wat no me ha permitido sacar muchas conclusiones acerca del país que digamos, pero algo sí me siento obligado a comentar: Pobres camboyanos, que adoran al dólar americano y “repudian” el real camboyano.

Por supuesto podremos pagar una comida en reals, sólo tenemos que apartarnos un mínimo de las zonas más turísticas, pero aún así incluso en los pueblos los niños le pediran a uno “one dollar”, no “4000 reals”.

A la hora de pagar, carta de precios en dólares. En el par de cajeros en los que estuve, impsible obtener reals: La máquina sólo daba dólares.

Realmente es lástima que un país así se deje dominar tan descaradamente por la influencia o imposiciones de un lugar en la otra punta del mundo. Y estoy seguro de que hay bastantes más casos, estoy seguro de que alguno más encontraré, pero me ha impactado la naturalidad con que aceptan la sumisión.

Además de la salvaje globalización y centralización de poder en la que vivimos, eso nos habla también de la humildad del país. Ello nos lo indica también el hecho de que, pese a ser mucho mas humilde, los precios al turista sean más caros que en Thailandia; Se pueden incluso percibir ligeros aromas del “acoso al turista” al que le someten a uno en lugares como la india, pero aquí es más sutil debido a la mentalidad de no-agresión existente en el sudeste asiático, lo cual, a veces, lo hace incluso menos honesto, pero en este caso sabemos que esta gente lo pasó mal -léase Pol Pot: 1.5 millones de desaparecidos en un país de 7 millones de habitantes.

En la frontera, por ejemplo, asistiremos, rascándonos la cabeza, al espectáculo de escuchar cómo el aduanero/guia en cuestión nos recomendará encarecidamente que cambiemos allí el máximo número posible de Bahts Thailandeses -o dólares, pero por estos últimos cobran comisión, aunque tambien se lleven la suya en el caso de los Bahts- aduciendo que al llegar a Siem Reap "no hay casas de cambio ni cajeros funcionales".

Cuál será la "sorpresa" -ejem- cuando al llegar a Sieam Reap nos encontremos un cajero enorme justo enfrente del hostal, con una casa de cambio al ladito.

He recibido, no obstante, muy buenos informes del resto del país, y por ejemplo en Sieam Reap encontramos el lago Sap, el mayor lago de agua dulce del sudeste asiático, algo así como el 4º en extensión del mundo y donde encontraremos un poblado flotante camboyano y otro vietnamita; suele valer la pena ir a verlo.

Hasta aqui el folleto de Camboya ^^ El próximo, desde las islas del sur de Thailandia.

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