martes, 21 de julio de 2009

La sonrisa Thailandesa




En pocos dias, uno se da cuenta de que esto es lo que mejor define a este país: La sonrisa.

La capacidad que tienen para devolver sonrisas -sonrisas francas, no interesadas como en ejemmmmlaindiaejem-, mantener el control en todo momento o ir “a la suya” respetando al vecino es digna de admirar.

Se ve en sus ojos que están contentos de ser Thais, pero más aún, que están contentos de vivir en este país -o cuanto menos que lo consideran el menos malo-, y que harán lo que puedan (no confundir con “lo que sea”) para prosperar personal, familiar y nacionalmente.

No obstante, en muchas ocasiones esa sonrisa estará escondida tras la que quizá sea una de las otras señales de identidad Thai: Las mascarillas médicas. He visto niños salir de sus habitaciones por la mañana con el pijama y una mascarilla que les tapa media cara.

Quizá últimamente se vean más por la llegada al país de la nueva gripe, pero deja perplejo el uso general de ellas, lógico en lugares como Bangkok pero sorprendente en remansos de paz como Chiang Mai (Alli fue donde vi el niño con la mascarilla. Y yo con el café, la legaña y fumándome un cigarrillo...)

Son también un indicativo más de otro de los ideales Thais: La salud. El/la joven Thai media vienen a estar como esculpidos en marfil; aqui la obesidad no es un problema, el masaje es una religión y los veremos comiendo a todas horas. En la mayoría de diarios Thais, cada día, en la portada, veremos la foto de un muerto, con un oficial o médico señalándolo. Atropellado, ahogado, enfermo... es igual, la idea es la misma: Portaos bien y cuidad vuestra salud y de la del prójimo, o eso es lo que os pasará.

Gran tolerancia para con el sexo y la sociedad gay; trabajadores incansables siempre que disfruten de lo que hacen -importante aquí: los Thais trabajan pero invariablemente con una sonrisa en la cara la mitad del tiempo-, incólumnes religiosos. Entrar en un Wat en Chiang Mai y encontrar al monje más decano enseñando a 30 escolares sentados en el suelo, al lado de un buda dorado de 10 metros de alto es una cosa, pero comprobar como dichos escolares y los monjes de alrededor estallan en carcajadas cada 20-30 segundos es otra muy diferente.

“Same same but different”, como dicen aquí. Mismo mismo pero diferente: Ese es el way of living Thailandés. Existen las mismas obligaciones, ilusiones y desilusiones que en la mayoría del resto del mundo pero la psique Thai las cambia, las moldea para hacerlas más saludables, menos estresantes, más respetables: Más enriquecedoras.


Gran país, Thailandia. Pero aún más grande la forma en que los Thais viven en ella.


Continuará...

Políticamente Thai


Sigamos con Thailandia por partes y empecemos por un poco de modesto análisis político, que aquí no es moco de pavo.

Thailandia vive bajo una monarquía “democrática”. Esto es, existe la normal competición entre partidos, pero realmente la ÚLTIMA palabra la tiene el rey. Éste generalmente actúa únicamente cuando las cosas se sacan de madre -al estilo de las manifestaciones de unos meses atrás, que tampoco fueron graves dado el respeto natural hacia el prójimo que habita en el fondo de cada Thai-, pro una cosa está clara: Cuando el Rey habla, Thailandia escucha. Y obedece.

Esta gente viven bajo algo que sólo puedo describir como “libre patriotismo vigilado”: Hay libertad de prensa, pero la policía puede cerrar una editorial en cualquier momento. Existe el voto libre, pero las fotos del rey y la reina -adornadas con flores y guirnaldas- se encuentran en cada esquina, en cada puerta de colegio y en cada estación de policía. Raramente encontraremos un restaurante sin una imagen, por pequeña que sea, del rey o de alguno de sus antecesores. En las guías turisticas de lugares como Ayuthaya es la reina la que invita al extranjero, en la primera página, a disfrutar de la ciudad y del país. El culto al Rey es casi -casi- tan intenso como el culto al Buda mismo.

En una buena parte de parques públicos encontraremos también bicicletas estáticas de uso público. Tintas de comunismo? Preocupación por la salud del pueblo? Creemos que las dos. El ambiente que se respira en general es que el Rey, la autoridad suprema -dejando de lado la política- realmente se preocupa por sus súbditos; y eso, mal que les pese a algunos, aquí funciona. La gente parece creer en ello, y eso precisamente sea quzá lo que lo haga funcionar.
Tampoco es que nadie las vaya a robar -ya sabemos lo que durarían en un parque de cualquier pueblo de España o Londres-: En Thailandia el gobierno se sirve de la extraordinaria firmeza de la policía para mantener las cosas en su sitio. Volveremos a tocar ese tema: Se me ha informado de que la policía Thailandesa no deja de ser la organización mafiosa más importante del país.
Algo como no levantarse y ponerse firme en el cine -antes de cada película durante todo el día, y en la megafonía de toda la ciudad y todos los televisores diariamente a las 6 en punto de la tarde- le puede acarrear a uno algo más que un problema si hay un policía cerca. Y nunca se sabe, porque aqui hasta los revisores de tren llevan uniformes con galones: otro indicativo de influencia comunista, suponemos; pero todo aquel que está al servicio del gobierno recibe un uniforme impoluto, con sus galones y/o boina a juego.

Así podríamos seguir, pero el lector medio se habrá hecho ya una idea bastante clara -y si no aqui estoy yo para intentar sintetizarlo-, del nacionalismo que se respira. Ningún extranjero puede comprar un metro cuadrado de tierra en Thailandia, y ni siquiera invirtiendo, creando una empresa y dándole trabajo a 10 Thais será fácil conseguir un visado de trabajo. Propietarios británicos de hoteles -por supuesto alquilados, no comprados- que llevan 20 años en el país siguen teniendo que abandonar y re-entrar al país cada 3 meses para renovar el visado.
Resumamos con un buen ejemplo:

El partido que ha estado en el poder durante los últimos años -al menos hasta 2006- era el TRT, Thais love Thais, o Thailandia Quiere a Thailandia, cuyo presidente y cabeza de lista era un policía que llegó a convertirse en una de las personas más ricas del país (Eso tiene mucho peso politico aqui). Toma ya. Lástima para él que fuera destituido a base de golpe de estado, tan habituales en la historia Thailandesa...

La situación actual no es nada prometedora tampoco: El Rey se ha hecho mayor, hace meses que no se le ve en público, y el príncipe es un vividor. Decir algo así te puede llevar a comisaría por estos lares, pero digamos que media Thailandia no ve con buenos ojos que alguien así pueda acceder al trono.
La solución? Se está estudiando cambiar las leyes de sucesión para que sea la hija, y no el hijo del actual rey la que pueda sucederle, dejando al principe en segundo plano y “narcotizándolo” con palacios y mujeres. El problema: La otra media Thailandia no aceptará que una mujer acceda al trono.
Mientrastanto, la situación política es cuanto menos delicada, así que está claro que en unos años -nadie lo sabe; cuando el Rey fallezca- habrá más de un poder que se lanzará al primer plano, con la obvia intención de quedarse en él.

No sé si querremos estar en Thailandia cuando eso suceda...

Thailandia parte 1


Thailandia, segunda gran etapa de mi viaje.

De las primeras cosas que uno ve al llegar al aeropuerto Suvarnabhumi es seguridad y policías salidos de Blade Runner: Uniformes negros, boinas de combate y galones por todos lados.

En el dia de hoy los ciudadanos de la unión europea pueden conseguir un visado “on arrival”; esto es, venir directamente a Thailandia y conseguir en 1 minuto un visado turístico de 30 días - extendibles por 15 días más al salir y re-entrar al país, 30 si se re-entra en avión.

Lo segundo será el tráfico de Bangkok: Intenso pero ordenado, muy ordenado. Es decir, siguen adelantándose sin ton ni son pero aqui no encontraremos esa manía de pitar cada 10 segundos tan típica de paises como la India o Vietnam. Esto empieza a pintar mejor...

Tampoco es que vayamos a sufrir mucho por el tráfico. Aparte de la llegada y el consabido trasporte hasta el hotel de turno, generalmente en la zona de Banghlampu, moverse por Bangkok no suele ser un dolor de cabeza. Existe un tren aéreo, un metro -los dos en vías de expansión- y un sistema de autobuses suficientemente eficiente. Si no, existe la opción de usar un tuctuc motorizado -no recomendable para cardíacos dada su velocidad y generalmente el conductor, que parece que le espere la mujer para comer- o directamente un taxi... con su taxímetro y todo, lo cual nos ahorrará el regateo del tuctuc y los precios normalmente hinchados que éstos consiguen del recién lllegado.

El euro está ahora mismo a unos 47 bahts; por unos 60-70 conseguiremos un Pat Thai (fideos de arroz con pollo o vegetariano y una bebida grande); una noche en una Guesthouse normal nos podrá salir por unos 250 bahts y un viaje en bus urbano por unos 5-15 bahts. Autobuses a Siem Rieap -capital de camboya- por 350-500 bahts.

La zona mochilera se encuentra en el barrio de Banghlampu, siendo Kao San Road su centro neurálgico: guesthouses, estudios de tatuajes y bares con música en vivo viene a ser lo que encontraremos. No obstante, en esta zona el ruido y ajetreo será constante (desde grupos saliendo de bares hasta peleas entre turistas y lady-boys intentando engañarlos en la habitación de abajo) hasta altas horas de la mañana así que el viajero hará bien en buscar alternativas cercanas si quiere un buen descanso por la noche. Haberlas haylas...

Mil cosas que hacer en Bangkok: Este es un lugar que mucha gente ama, pero mucha gente odia también. Y no es difícil odiarlo una vez se ha recorrido, mínimamente, la paz que se respira en el 85% restante del país.

Todo es estresante en esta ciudad. El tráfico, la contaminación, la visita de monumentos... aún así, encontraremos islas de paz, como el parque Lumphini o Chatuchak, lleno de Thais haciendo Taichi o simplemente pasando el rato. Hasta las 18.00: Himno Thailandés en la megafonía de toda la ciudad y todos dejando sus cosas y poniéndose en pie.

5 Días en Bangkok y me dirijo al norte hacia Chiang Mai. 13 horas de tren pero no hay que preocuparse: Los trenes thailandeses son espaciosos, cómodos y la psique thai de la sonrisa-sin-razón-aparente contribuye a suavizar considerablemente un viaje que, aún yendo en segunda clase y en vagón de asientos, se nos pasará volando. Existe la opción de vagón dormitorio -realmente cómodo y con sábanas limpias en cada viaje- pero habrá que pagar más de los 340 bahts que cuesta la 2ª en asiento. Con asientos reclinables y vagón restaurante, por supuesto.

Respecto a Chiang Mai en sí, nos podemos imaginar un cuadrado rectángulo perfecto delimitado por un canal que lo rodea y restos de la antigua muralla; el interior es la ciudad antigua -nos la imaginamos bullente de actividad al tratarse de un importante punto de comercio en la legendaria ruta de la seda- y el exterior se considera la ciudad nueva. Gran punto de partida para contratar trekkings, con parques nacionales a tiro de piedra -a veces pienso que toda Thailandia debería serlo- mi experiencia fue la siguiente:

Dos dias de trekking (1800 bahts) repartidos en 5-6 horas caminando por la jungla el primer día, con baño en cascada incluido, hasta llegar a nuestro punto de descanso: pueblo tribal, 42 personas viviendo en él y dos barracones con camas en el suelo -sorprendentemente cómodas-, con mosquiteras individuales. No conseguí que me aclararan el nombre de dicho pueblo...

Segundo día empezando por una ruta de 2-3 horas en elefante, sentado en el cuello del animal, siguiendo el curso del río hasta llegar al lugar en donde los guías nos estarán esperando para toda una experiencia: Bamboo rafting, básicamente 12 palos de bambú de unos 10 metros de largo unidos entre sí y allá que vamos. Mientras haya alguien delante y alguien detrás con sendos palos de bambú controlando, no habrá el mayor problema. Servidor hizo la mitad del camino delante, controlando la dirección... a veces estresante -lógicamente aqui de frenos nada- mientras el guía y mis acompañantes se daban un buen chapuzón en el río.

Seguiremos por Ayutthaya, antigua capital, patrimonio de la humanidad, una de las ciudades más esplendorosas de toda Asia en su tiempo -siglos XV y XVI- habiendo sido comparada con londres como un simple poblado en comparación con la magnificencia y la profusión de templos de Ayuthaya. Actualmente todos destruidos-saqueados: No encontraremos una sola estatua del buda en toda la ciudad que no haya sido decapitada en una de las diferentes invasiones de las que fue sede, generalmente viniendo del reino de Angkor al este. Sin embargo, junto con Sukhotai -antigua capital también-, es parada obligada para todo el que quiera comprender un poco más de la historia Thai y el reino Sukhotai, generalmente aceptado el primer reino Thai verdadero.

Vuelta a Bangkok y tramitación del visado Camboyano para ir a ver Siam Reap y la 8ª maravilla de la prehistoria: El Angkor Wat.


martes, 7 de julio de 2009

Agra



Agra, último destino en la India, es donde se encuentra una de las grandes maravillas del mundo antiguo (no tan antiguo en este caso): El Taj Mahal. Lugar que ha estado en mi mente -junto con el Angkor Wat en Camboya, el cual aparecerá por aqui en breve- hasta donde llegan mis recuerdos.
En 4 palabras viene a ser un mausoleo que el emperador musulmán Jah Gahan hizo para el reposo eterno de su esposa -Mumtaz Mahal- entre los años 1631 y 1654, un monumento al amor por lo tanto; más de un local me decia que Agra era la ciudad del amor -será que cada continente tiene la suya... digo yo-
La entrada viene a ser cara -700 rupias, cuando estaremos durmiendo por casi la mitad de precio en una guesthouse- pero no hay palabras, uno de esos lugares que le empequeñecen a uno; si se va en esta época, antes del monzón, el rio que pasa por delante estará medio seco y no veremos el famoso reflejo del Taj; pero aún así el marmol blanco tallado a la perfección -está hecho TODO de marmol blanco-, las tallas exteriores y cosas como la jaula original que rodea el feretro de la reina, tallada a partir de láminas finas de mármol, le dejan a uno sin sentido. La ventilación en el interior es buena gracias a los paneles tallados que hay a cada lado del monumento; no me preguntéis como ni cómo se les ocurrió pero a 42Cº y sin una pizca de viento entra un fresquito por ahi... que da gusto ^^
Como actividades complementarias en Agra está el Fuerte de Agra o cosas como el baby Taj, por los cuales servidor no se pasó pero que ofrecen descuento si uno ya ha visitado el Taj.
Y aqui concluye mi peripecia por la India! Realmente no hay forma de quedarse con todos los detalles de este ENROME y superpoblado país ni de plasmar todos los detalles mediante un teclado; hay tantos grupos -gente como los cachemiros son indios pero no se parecen en nada al indio tipo, y no son pequeñas etnias sino grandes provincias del país- que la experiencia en la India podrá variar al 90% dependiendo de la zona que se visite.
Preparado para Bangkok, paso mis ultimas 3 noches en Delhi poniendo mi organismo “en orden”-habitacion doble con baño, TV y ventilador de agua por 500 rupias, pero se encuentra más barato, al menos en temporada baja- estudiando 4 palabras en Thai.
Necesito una buena paella -.-

Nepal- Kathmandú


Kathmandú, por ser la capital una de las dos grandes ciudades del Nepal -la otra viene a ser Pokhara-, ha sido el destino de 3 de mis 7 días en Nepal.
El cambio respecto a la India es grande: El viajero que llegue a la zona de Thamel -el centro neurálgico del mochilero en kathmandú- se encontrará calles repletas de agencias de viajes, tiendas de equipamiento de montaña, comerciantes de collares y bares.
Sí, bares, la primera vez que hablo de ello en el blog y es que, después de la India -En Cachemira quizá hubieran 3 o 4 botellas de cerveza en toda la ciudad-, por ejemplo, uno se da cuenta de lo adaptado que está el Nepal al turista: Desde las stupas en pleno centro hasta las bandas nepalíes actuando en los numerosos clubs cada noche, pasando por supuesto por las salidas a la montaña, uno siempre encontrará detrás una sonrisa nepalí. Esta gente, sin dejar de saben que a veces una sonrisa tras un mostrador es mejor que ofrecer un paseo en barco “como los marajás” mientras se te bombardea con tazas de té; por lo tanto, actúan en consecuencia y están 100% adaptados al viajero mochilero occidental.
Quizá sea también debido a lo “occidentalizada” que esta la sociedad, al menos en Kathmandú. Por ser la capital se supone lo lógico, pero no olvidemos que estamos en Nepal, por lo tanto sorprende ver desde camisetas de Offspring o Avril Lavigne hasta chavales con el pelo a lo manga y chicas vestidas como se las encontraria uno en cualquier disco de barcelona.


La búsqueda de Guesthouses sólo tiene un nombre: Thamel. En el caso de viajes pre-contratados es posible que acabemos en partes más alejadas o exclusivas de la ciudad, pero el viajero libre acabará en un 99% de los casos en el Thamel -Lo cual agradecerá por el ambiente-
En cuanto a los precios, ahora mismo un € son 67 rupias indias -usables en Nepal- y una rupia nepalí son 0.5 indias, asi que sí, la moneda es muy barata pero la mayoría de lo dedicado al viajero tiene un precio más caro que en la India; eso se equilibra con los gastos “importantes” como la contratacion de algún trekking en donde sí nos saldran las cuentas, pudiendo encontrar 2 dias de senderismo con guía y noche en hotel 5 estrellas por 30€. Una noche en una guesthouse de nivel medio se puede encontrar por 200-300 rupias nepalíes la noche.
Como detalles, mencionar que no se permite la entrada al país de billetes de 500 ni de 1000 rupias Indias -circulan muchos falsos... ay estos Indios- y que en la India no te cambiarán billetes de menos de 100 rupias nepalíes. “Nadie quiere rupias nepalíes”, me decian en el aeropuerto de Delhi. En fin -.-
En cuanto a las montañas puras y duras, que al fin y al cabo para eso estamos aqui, hay tantas opciones como la imaginación de uno quiera: Todo lo acabado en “ing” tiene cabida aqui. En mi caso fueron dos días de senderismo -Hiking- hasta un pueblo llamado Nagarkot, y aún así se ve ya la cordillera de Langtang, 7200 metros; pero los que quieran emociones fuertes ya saben dónde tienen que ir: El everest, y sus 8600ypico metros (cada 6 meses se “descubre” cientificamente una nueva altura para dicha montaña; los ultimos reportes hablan de un geólogo chino que está seguro de que el Everest llegó a medir unos 12000 metros), y el Tibet, tierra de sueños, están a la vuelta de la esquina. Si no, alquilar una motocicleta y darse una vuelta por los arrozales de la campiña nepalí es tambien una opción a tener en cuenta.


Detalles: NO se puede acceder siquiera a las cercanías del campo base del everest si no es para escalarlo, y en cuanto al Tíbet la única opción de entrada es para grupos. Al viajero solo o la pareja sólo les quedará, en teoría, la opción de unirse a otro grupo.
Y hasta aqui la ristra de hoy; me quedé sin llegar al Tibet por falta de tiempo y el tema de los grupos -.- Pero puedo recomendar, sin dudarlo, el Nepal a cualquiera que se me ponga por delante.