martes, 21 de julio de 2009

Thailandia parte 1


Thailandia, segunda gran etapa de mi viaje.

De las primeras cosas que uno ve al llegar al aeropuerto Suvarnabhumi es seguridad y policías salidos de Blade Runner: Uniformes negros, boinas de combate y galones por todos lados.

En el dia de hoy los ciudadanos de la unión europea pueden conseguir un visado “on arrival”; esto es, venir directamente a Thailandia y conseguir en 1 minuto un visado turístico de 30 días - extendibles por 15 días más al salir y re-entrar al país, 30 si se re-entra en avión.

Lo segundo será el tráfico de Bangkok: Intenso pero ordenado, muy ordenado. Es decir, siguen adelantándose sin ton ni son pero aqui no encontraremos esa manía de pitar cada 10 segundos tan típica de paises como la India o Vietnam. Esto empieza a pintar mejor...

Tampoco es que vayamos a sufrir mucho por el tráfico. Aparte de la llegada y el consabido trasporte hasta el hotel de turno, generalmente en la zona de Banghlampu, moverse por Bangkok no suele ser un dolor de cabeza. Existe un tren aéreo, un metro -los dos en vías de expansión- y un sistema de autobuses suficientemente eficiente. Si no, existe la opción de usar un tuctuc motorizado -no recomendable para cardíacos dada su velocidad y generalmente el conductor, que parece que le espere la mujer para comer- o directamente un taxi... con su taxímetro y todo, lo cual nos ahorrará el regateo del tuctuc y los precios normalmente hinchados que éstos consiguen del recién lllegado.

El euro está ahora mismo a unos 47 bahts; por unos 60-70 conseguiremos un Pat Thai (fideos de arroz con pollo o vegetariano y una bebida grande); una noche en una Guesthouse normal nos podrá salir por unos 250 bahts y un viaje en bus urbano por unos 5-15 bahts. Autobuses a Siem Rieap -capital de camboya- por 350-500 bahts.

La zona mochilera se encuentra en el barrio de Banghlampu, siendo Kao San Road su centro neurálgico: guesthouses, estudios de tatuajes y bares con música en vivo viene a ser lo que encontraremos. No obstante, en esta zona el ruido y ajetreo será constante (desde grupos saliendo de bares hasta peleas entre turistas y lady-boys intentando engañarlos en la habitación de abajo) hasta altas horas de la mañana así que el viajero hará bien en buscar alternativas cercanas si quiere un buen descanso por la noche. Haberlas haylas...

Mil cosas que hacer en Bangkok: Este es un lugar que mucha gente ama, pero mucha gente odia también. Y no es difícil odiarlo una vez se ha recorrido, mínimamente, la paz que se respira en el 85% restante del país.

Todo es estresante en esta ciudad. El tráfico, la contaminación, la visita de monumentos... aún así, encontraremos islas de paz, como el parque Lumphini o Chatuchak, lleno de Thais haciendo Taichi o simplemente pasando el rato. Hasta las 18.00: Himno Thailandés en la megafonía de toda la ciudad y todos dejando sus cosas y poniéndose en pie.

5 Días en Bangkok y me dirijo al norte hacia Chiang Mai. 13 horas de tren pero no hay que preocuparse: Los trenes thailandeses son espaciosos, cómodos y la psique thai de la sonrisa-sin-razón-aparente contribuye a suavizar considerablemente un viaje que, aún yendo en segunda clase y en vagón de asientos, se nos pasará volando. Existe la opción de vagón dormitorio -realmente cómodo y con sábanas limpias en cada viaje- pero habrá que pagar más de los 340 bahts que cuesta la 2ª en asiento. Con asientos reclinables y vagón restaurante, por supuesto.

Respecto a Chiang Mai en sí, nos podemos imaginar un cuadrado rectángulo perfecto delimitado por un canal que lo rodea y restos de la antigua muralla; el interior es la ciudad antigua -nos la imaginamos bullente de actividad al tratarse de un importante punto de comercio en la legendaria ruta de la seda- y el exterior se considera la ciudad nueva. Gran punto de partida para contratar trekkings, con parques nacionales a tiro de piedra -a veces pienso que toda Thailandia debería serlo- mi experiencia fue la siguiente:

Dos dias de trekking (1800 bahts) repartidos en 5-6 horas caminando por la jungla el primer día, con baño en cascada incluido, hasta llegar a nuestro punto de descanso: pueblo tribal, 42 personas viviendo en él y dos barracones con camas en el suelo -sorprendentemente cómodas-, con mosquiteras individuales. No conseguí que me aclararan el nombre de dicho pueblo...

Segundo día empezando por una ruta de 2-3 horas en elefante, sentado en el cuello del animal, siguiendo el curso del río hasta llegar al lugar en donde los guías nos estarán esperando para toda una experiencia: Bamboo rafting, básicamente 12 palos de bambú de unos 10 metros de largo unidos entre sí y allá que vamos. Mientras haya alguien delante y alguien detrás con sendos palos de bambú controlando, no habrá el mayor problema. Servidor hizo la mitad del camino delante, controlando la dirección... a veces estresante -lógicamente aqui de frenos nada- mientras el guía y mis acompañantes se daban un buen chapuzón en el río.

Seguiremos por Ayutthaya, antigua capital, patrimonio de la humanidad, una de las ciudades más esplendorosas de toda Asia en su tiempo -siglos XV y XVI- habiendo sido comparada con londres como un simple poblado en comparación con la magnificencia y la profusión de templos de Ayuthaya. Actualmente todos destruidos-saqueados: No encontraremos una sola estatua del buda en toda la ciudad que no haya sido decapitada en una de las diferentes invasiones de las que fue sede, generalmente viniendo del reino de Angkor al este. Sin embargo, junto con Sukhotai -antigua capital también-, es parada obligada para todo el que quiera comprender un poco más de la historia Thai y el reino Sukhotai, generalmente aceptado el primer reino Thai verdadero.

Vuelta a Bangkok y tramitación del visado Camboyano para ir a ver Siam Reap y la 8ª maravilla de la prehistoria: El Angkor Wat.


1 comentario:

  1. Gran escriptura Alex, s'em fa molt agradable de llegir, t'ho curres!!!

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